Ese gran traidor: JUDAS ISCARIOTE

Observo las noticias y me asombro del documento recientemente encontrado, un manuscito procedente probablemente de la boca de Judas Iscariote, o de algún discípulo (aunque se suicidó y supuestamente no tuvo discipulos).
En este texto comenta que la gran traición que siempre nos han hecho creer no fue tal, y el mismo Jesús fue el que le dijo que le traicionara para que su plan se llevara a cabo; Judas como es lógico se negaba, pero Jesús le convenció diciéndole que aunque sería odiado durante mucho tiempo al final se le recompensará.

Entonces, según los recientes escritos encontados y otros que no han caído en manos de la Iglesia como los controvertidos "manuscritos del mar muerto" (que después de más de cincuenta años, todavía no ha salido a luz ni su décima parte, y los estudiosos que han trabajado en ellos decían que si salía a la luz la Iglesia desaparecería tal y como la conocemos), nos desvelan la siguiente historia:

EL EVANGELIO SEGÚN ANIBALECHON

Jesús fue, como bien lo describió Sabina: "el primer comunista".

En una época en la que la mujer no tenía ni voz ni voto, y las legiones romanas habían ocupado gran parte del mundo conocido (por occidente), la vida en un pueblo, como hijo de un carpintero no tenía mucho futuro, observaba como el mundo que le rodeaba no era ni en pintura el que Él imaginaba en su cabeza.

Pasó su infancia con las cosas que le podían acontecer a cualquier jóven de la época (los apócrifos todavía no me los he leido), y llegamos a la época de su vida que más nos han contado (porque les convenía).

Jesús desde pequeño observaba la injusticia a la que estaban sometidas las mujeres; y su objetivo era que la mujer llegara a ser igual que el hombre, y por lo tanto que el entendimiento fuera perfecto y se creara el mundo ideal, el paraíso.

Prueba de ello es que en sus sermones la mayoría eran mujeres (de ahí que el milagro de los panes y los peces fuera más real si una vez en el monte cuando es la hora de la comida se reparta con ela "herman@", y se multiplicaran los panes y los peces milagrosamente).

Él era AMOR y lo daba a todo el mundo pero principalmente a sus dos grandes mujeres: Su madre (la Vírgen María), y su esposa (María Magdalena).

Su movimiento empieza a crecer y cada vez son más los adeptos a esta secta.
Sus discípulos son 13, los doce apóstoles (elegidos varones, porque eran los que podían predicar, las mujeres lo tenían prohibido) y como no, su esposa María Magdalena.

De esos 12 apóstoles de los que tenemos más constancia son tres. San Juan , el bautista; San Pedro, el creador de la Iglesia y Judas Iscariote (que no es ni santo), EL TRAIDOR.

Pues va a ser que no; resulta que la historia no es del todo como nos lo han contado.

Resulta que con los nuevos escritos, resulta que Jesús le dijo a Judas que le traicionara para que se llevara a cabo su destino, sabía que si moría crucificado su martirio arrastraría a mucha gente, y su doctrina, o mejor dicho, su visión del mundo, sería transmitida a todos para crear un mundo humano.

María Magdalena fue olvidada porque al ser mujer no podía hacer mucho para cambiar la situación.

El otro gran discípulo, San Pedro, es el creador de la Iglesia y fijate que tontería que si Judas deja de ser el malo de la película el que sube automáticamente es Pedro, ya que si cuando es apresado Jesús, le crees, vas con Él y mueres junto a Él. Pero no, no le negó una, ni dos, sino que le negó tres veces; y semejante personaje es el que crea una Iglesia; venga hombre.

De hecho, el caracter de Pedro es el que hizo que María Magdalena fuera relevada a un segundo plano, ya que era muy misógeno y no aceptaba que una mujer le mandara.

Al parecer fue a María Magdalena a la que se le apareció un ángel anunciando la resurrección, que corriendo se lo dijo a Pedro, que como no aguantaba que una mujer fuera la transmisora de un ángel, se atribuyó la anunciación y santas pascuas.

Y un tipejo como este es el que tenía que hacer que el hombre y la mujer tuvieran los mismos derechos, ¡manda huevos!.

Este evangelio no termina narrando historias del pasado, invita a reaccionar y a seguir los pasos de "el primer comunista", Jesús de Nazaret.

Hemos llegado a un punto en el que la igualdad social entre hombres y mujeres puede debatirse libremente en muchos países sin que rueden cabezas (aunque queda mucho por recorrer, pinta mejor que en época de Jesús). Es decir, la primera parte del mensaje de Jesús está más o menos realizada, es la hora de dar el gran paso que esperaba Jesús, hacer de nuestro planeta, nuestro paraíso.

Palabra de Anibalechon, Amén (Así es).